Los ciclos de la pasión

Una nueva forma de vivir el sexo

Cuando estamos disfrutando de la pasión en el encuentro de los cuerpos usualmente tendemos a querer excitarnos más y más en una cumbre que sube, sube y sube con el único fin o meta de llegar al orgasmo. A veces incluso notamos que el fuego que tan acaloradamente había empezado a surgir poco a poco se apaga en el juego de besos y caricias y sin embargo, como nuestra mente está enfocada en la meta de la descarga sexual seguimos forzando este fuego sin escuchar lo que el cuerpo nos está diciendo con estos cambios naturales de energía y potencia. Pues bien, si en vez de seguir las ideas de nuestra mente (que muchas veces están tan incorporadas que lo hacemos mecánicamente) seguimos el ritmo natural que los cuerpos tienen para ofrecernos notaremos que en el encuentro sexual pueden discernirse claramente tres ciclos de energía Yan- Yin.

Yin es la cualidad femenina de la existencia, que es fría, mansa, fluída y receptiva en todos los aspectos de la vida. Yan es la cualidad masculina que abarca lo caliente, activo, fuerte, y duro en todos los aspectos de la vida. Ambos aspectos están íntimamente conectados movíéndose Yin hacia Yan y Yan hacia Yin.

Entonces, cuando los amantes se encuentran sexualmente comienza la pasión que se enciende de manera acalorada haciéndose cada vez más fuerte, caliente, subiendo en temperatura apasionada, embebida de movimientos potentes; pero luego en determinado punto llegamos a una especie de "puerta" en la que la energía del encuentro empieza poco a poco a enfriarse percibiéndose como si se necesitara parar de alguna manera el ritmo que hasta ahora venía subiendo y subiendo (pudiendo incluso llegar a estar más blando que antes el pene del hombre). Ésta puerta, marca el comienzo del período de energía Yin donde los besos, caricias e incluso masajes son recibidos de una manera más receptiva y tranquila. Esta fase puede llegar a durar hasta 20 minutos aproximadamente para darle lugar a un nuevo período Yan en que el calor de la pasión empieza a subir su temperatura nuevamente y los movimientos son más rápidos y fuertes. Y después de otros 20 minutos, una nueva puerta se abre para otra vuelta de fase Yin repitiéndose los ciclos de Yan y Yin hasta tres veces.

Sincronizando la respiración de ambos y completamente presentes en el acto del amor recién en la última fase cada uno decide si quiere llegar al orgasmo genital o eyaculación o no. Respetando estos ciclos naturales las energías universales Yin y Yan se manifiesten de igual grado y los amantes puedan celebrar con disfrute y satisfacción a lo largo de dos horas por lo menos, y finalizar sintiéndose completos hayan o no hayan alcanzado el orgasmo. ¿Por qué crees que los tántricos pasaban horas y hasta días haciendo el amor sin parar? ¿Cómo crees que lo lograban? Pues lo lograban escuchando, sintiendo a sus cuerpos  y a los de sus amantes de manera meditativa, sin forzar nada que fuera en contra de la naturaleza del verdadero sentir, completamente presentes en lo que estaban experimentando.
¿ Te animas a intentarlo?